Portada del sitio > OTROS TEMAS > Capitalismo y apartheid mundial: desde Palestina al mundo entero

Capitalismo y apartheid mundial: desde Palestina al mundo entero

Daniel Moya

Lunes 24 de septiembre de 2012, por Revista Pueblos

El matrimonio entre el capitalismo y el proyecto imperial, racista y violento de los poderosos del mundo (el cual se implementa aquí en Palestina por el régimen apartheid israelí), es el mismo proyecto que está en marcha en diferentes regiones alrededor del mundo. Es un proyecto dirigido y financiado por una sociedad global de corporaciones, empresas y políticos, quienes se lucran con el sufrimiento y la opresión de los pueblos marginados.

Compañías israelíes de vigilancia, como Elbeit, uno de los dos principales proveedores de sistemas electrónicos de detección a lo largo del Muro Apartheid israelí, obtuvo contrato para proveer este tipo de sistemas para el muro entre EEUU y México. La ilegitimidad del Muro Apartheid en EEUU-México (cómplice en la violación del derecho a la vida de los migrantes del Sur quienes huyendo de la mirada represiva de esta construcción monstruosa y violenta arriesgan sus vidas en el desierto, miles de ellos muriendo cada año), todavía no es aceptada a nivel internacional. Un norteamericano jamás se preguntaría si su vida está en riesgo, pues atraviesa libremente el muro sin mucha inconveniencia.

Elbeit también es responsable por la construcción de aviones teledirigidos, usados por el ejército israelí en Gaza y Cisjordania, aviones también usados para patrullar la frontera México-EEUU. En el 2008 Elbeit ganó un contrato de $22.5 millones con la fuerza aérea mexicana, y un contrato de 44.5 millones de euros con el ejército británico para suministrar su tecnología de vigilancia en Afganistán. En otras palabras, Elbeit se está enriqueciendo con la criminalización de los pueblos del Sur Global.

Motorola, por ejemplo, empresa global de telecomunicaciones y tecnología, provee sistemas de vigilancia en decenas de asentamientos israelíes, que son ilegales bajo el derecho internacional. Culpable del mismo crimen es la compañía de tecnología HP, la cual provee los mecanismos de identificación y de control en los retenes militares a lo largo del Muro Apartheid, también proveyendo equipo y servicios a las fuerzas militares israelíes. Increíblemente Motorola y HP continúan capitalizándose con impunidad.

Contratos similares tienen las firmas ADS y Magna BSP, compañías israelíes, con el gobierno mexicano y también con empresas militares estadounidenses. El ejército israelí se entrena en EEUU en detección de túneles fronterizos. Las relaciones con la industria de vigilancia fronteriza de EEUU son bastante estrechas.

La industria militar estadounidense es culpable de armar a los gobiernos militaristas alrededor del mundo, como sucede en Colombia. El Plan Colombia, una política colombo-estadounidense para combatir la infame "guerra contra el terrorismo y el narcotráfico", causante de 5 millones de desplazados y miles de muertos, es principalmente financiado por EEUU, al igual que en México, donde más de 50.000 personas han muerto en estos últimos años por estas políticas que generan violencia contra la ciudadanía. Estas políticas impuestas por el Norte y financiadas por sus señores capitalistas criminalizan y asesinan a los ciudadanos del Sur.

Similar es el convenio corporativo-militar entre Israel y Colombia, pues desde hace 20 años Israel es uno de los países que más suministra a Colombia junto con EEUU. La empresa de inteligencia militar, Global CST, propiedad de un ex-general israelí, tiene contratos de $10 millones de dólares en Colombia. No es mera coincidencia la interconectividad entre estos sistemas corporo-militaristas que, a punta de sangre inocente, dibujan sus fronteras, crean sus leyes y extraen sus ganancias.

También están involucradas las empresas de agua, como Eden Springs, compañía que hace ganancias del agua extraída de tierras confiscadas palestinas y sirias, agua que se vende en el continente europeo. El Grupo Mehadrin es la empresa agrícola israelí más grande que exporta cultivos a Europa, cultivos que usan grandes toneladas de agua para su producción masiva, proveyendo de agua a campesinos israelíes y millones de metros cúbicos de agua potable para el consumo domestico en Israel de los más de 19 pozos que controla.

Merekot es otra empresa que ha violado los derechos del agua desde 1950, expropiándose de toda la infraestructura de agua en Palestina. Ésta corta constantemente el suplemento de agua a aldeas palestinas y en cambio abastece de agua a los asentamientos ilegales. Todo esto mientras al pueblo palestino se les niega el derecho al agua, pues la mayoría de palestinos solo consumen 50 de los 100 litros diarios recomendados por la Organización Mundial de Salud. Ciudadanos israelíes, al contrario, consumen 300 litros de agua diarios en promedio.

Estos son tan solo algunos ejemplos que demuestran la imposibilidad de separar el capitalismo global de los sistemas violentos, imperialistas, y racistas que rigen en muchas regiones del mundo: sistemas que hacen parte de un sistema global apartheid e imperial. Estas empresas llegan a tener más derechos que los ciudadanos comunes, pues para ellas las fronteras no existen . Pueden explotar los recursos naturales en cualquier parte del mundo, pueden enriquecerse mientras asesinan a los pueblos del Sur Global sin temor a ser juzgados por la ley, pues todo lo hacen “legítimamente”; las leyes inhumanas del sistema capitalista son fielmente obedecidas por los poderosos.

Este sistema político, económico e ideológico se sostiene no gracias a sus políticas “democráticas y justas” (lema con el que este proyecto se vende al mundo), sino que es sostenido ilegítimamente mediante la violación de los derechos humanos, la criminalización de los pobres del Sur Global, y la destrucción de la Madre Tierra en cada esquina del globo terráqueo con el único fin del enriquecimiento.


Publicado en Desde Abajo.

Versión imprimir //